La fluidez lectora es la habilidad de leer con rapidez, precisión y con una expresión adecuada, es decir, con prosodia.
La velocidad lectora no es el único indicador de fluidez, podemos leer con mucha velocidad un texto y no comprenderlo. La dificultad del texto, el conocimiento de las palabras que lo componen y la experiencia del lector con el tipo de texto que le solicitamos leer inciden en la fluidez.
Los lectores que manejan la fluidez pueden comprender el texto.
La velocidad lectora involucra el reconocimiento automático de las palabras (reconocimiento sin esfuerzo). Si el lector se detiene mucho tiempo en cada palabra y dedica toda su atención a decodificarlas, va a tener dificultades para comprender el texto porque no puede destinar atención a los procesos simultáneamente. Para favorecer la comprensión, deberá automatizar el reconocimiento de palabras.
La prosodia hace referencia al ritmo (agrupación de sonidos en bloque); al acento (relieve de algunas sílabas sobre otras); a la entonación (la "música" del habla). Estos elementos contribuyen que la lectura de un texto sea expresiva. Indican sorpresa, pregunta, énfasis, duda y muchos otros significados más allá de su significado de las palabras (Borzone y Signorini, 1991- Borzone y Signorini, 2000).
CANTIDAD DE PALABRAS ESPERADAS POR GRADO:
1° grado: de 35 a 59 palabras por minuto
2° grado: de 60 a 84 palabras por minuto
3° grado: de 85 a 99 palabras por minuto
4° grado: de 100 a 114 palabras por minuto
5° grado: de 115 a 124 palabras por minuto
6° grado. de 125 a 134 palabras por minuto
7° grado: de 135 a 144 palabras por minuto
A continuación presento una estrategia para trabajar la fluidez lectora:
ESTRATEGIA DE INTENSIFICACIÓN:
- Elegir un texto corto.
- Seleccionar de ese texto, desde tu autoridad pedagógica, las palabras que consideres largas, de uso poco frecuente para los estudiantes, difíciles de pronunciar (aquellas que sean posibles obstáculo a la hora de la primera lectura).
- Anotar esas palabras en una hoja aparte.
- Realiza una lectura modélica de esas palabras (señalar cada palabra a medida que se lee).
- Leer a dúo (docente- niño) las palabras.
- Repasar las palabras que resultaron difíciles de leer: docente y estudiante nuevamente a la vez.
- Ahora es el turno de los chicos solos: leer las palabras. Aquí se le puede facilitar una regla o un trozo de papel blanco para ir marcando las palabras y tapando aquellas palabras que siguen con el fin de que se concentre sólo en la palabra que va a leer ni se pierda en la lectura.
- Pasar al texto: marcar en la lectura las comas y los puntos con color o marcador de tal manera que los estudiantes se den cuenta que en cada marca corresponde una pausa (antes debemos explicar que se van a encontrar con esas marcas y decirles cómo deben actuar).
BUEN MATERIAL¡GRACIASPOR COMPARTIRLO ¡
ResponderBorrarexcelente material!! muchas gracias por compartir!!
ResponderBorrarValiosas estrategias que una vez más,rescatan la impostergable e indelegable mediación y planificación del docente.
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