viernes, 20 de agosto de 2021

Fluidez lectora: lectura en eco

 Comparto aquí un extracto del material proporcionado por DGE de Mendoza para el trabajo con la fluidez lectora dentro del marco de los talleres destinados a la mejora de las competencias lectoras en los estudiantes del Nivel Primario.





Puede ser útil pensar en la fluidez de la lectura como un puente entre los dos componentes principales de la lectura: decodificación de palabras y comprensión. En un extremo de este puente, la fluidez se conecta a la precisión y la automaticidad en la decodificación. En el otro extremo, la fluidez se conecta con la comprensión a través de la prosodia o la interpretación expresiva. El componente de prosodia de la fluidez de lectura enfatiza el uso apropiado del fraseo y la expresión (Dowhower, 1987, 1991; Schreiber, 1980, 1987, 1991; Schreiber & Read, 1980).

La teoría de la automaticidad en la lectura sugiere la decodificación competente de palabras, ocurre cuando los lectores se mueven más allá de la decodificación consciente y precisa a la decodificación automática y precisa (LaBerge & Samuels, 1974; Samuels, 2002; Stanovich, 1991). A nivel automático, los lectores son capaces de decodificar palabras con una atención mínima a esta actividad.

Este es el punto donde la fluidez se conecta directamente con la comprensión. El componente de prosodia de la fluidez de lectura enfatiza el uso apropiado del fraseo y la expresión (Dowhower, 1987, 1991; Schreiber, 1980, 1987, 1991; Schreiber & Read, 1980). Cuando los lectores añaden el volumen, el tono, el énfasis, el fraseo y otros elementos apropiados en la expresión oral, están dando evidencia de interpretar o construir activamente el significado del pasaje. Así como los músicos fluidos interpretan o construyen el significado a partir de una partitura musical a través del fraseo, el énfasis y las variaciones en el tono y el volumen, los lectores fluidos usan recursos cognitivos para construir el significado a través de la interpretación expresiva del texto.


Estrategia: LECTURA EN ECO

El docente lee de a una oración a la vez, mientras la clase “repite” la misma oración usando la misma expresión que el docente.

Foco: compartir con los estudiantes las habilidades de fluidez lectora a trabajar, definiéndolas de manera clara y precisa con la finalidad de orientar su atención hacia estas durante el desarrollo de la sesión.

 

Ej: Hoy trabajaremos con la expresión y la entonación para leer mejor. Lo vamos a hacer a través de la lectura en eco. La entonación es la música de las palabras. Podemos cambiar el significado de lo que decimos usando una entonación diferente.  Por ejemplo, si  yo les leo un mensaje escrito que diga “¡Qué bonito lo que hiciste!” con esa primera entonación les estaría demostrando que está muy bien y que han hecho algo bueno. En cambio, si lo leo nuevamente y cambio la entonación, el significado de ese mensaje cambia y podría transformarse en un reto o en una manera de señalar que han hecho algo que no está bien

Modelado de la estrategia: Muchos de nuestros estudiantes desconocen el trabajo estratégico que su mente debe realizar a la hora de leer. Una buena manera de poner foco en estas estrategias es mostrarles cómo ocurren, para esto, el docente puede modelarlas “en vivo” frente a los estudiantes haciendo visible el pensamiento y su recorrido.

Ej. :Voy a mostrarles como leemos algunas oraciones con la entonación correcta y luego voy a cambiar la entonación para que podamos escuchar la diferencia.

PRÁCTICA:

Primera actividad: El docente leerá por primera vez el texto con la entonación adecuada. Luego lo leerá nuevamente cambiando la entonación.

Segunda actividad: El docente propone trabajar una nueva lectura, en este caso en eco.

 Tercera actividad: Se animará a los estudiantes a realizar la lectura de una oración, leyendo en voz alta y por turnos asignados por el docente.

Cuarta actividad: Proponer a los estudiantes participar de una versión adaptada de el juego de las variaciones. Se juega de la siguiente manera:

Se prepara un mazo de cartas o  tarjetas, en las que se consignará una emoción/estado de ánimo. (una por cada carta/tarjeta). Puede figurar allí la palabra escrita de la emoción /estado de ánimo o un emoticón que la represente. Se pueden armar en hojas de colores para que resulte más atractivo a los estudiantes.

Se ofrecen a los estudiantes las cartas dadas vuelta, de manera que no puedan ver  la emoción/estado de ánimo, y se los invita a elegir una. Luego, cada estudiante deberá leer un verso (se puede variar la extensión de lo que se deberá leer según las características del grupo) de la poesía trabajada utilizando la entonación de la emoción que indica la  carta que le tocó. Los demás estudiantes deberán adivinar de qué emoción/estado de ánimo se trata.

 

Monitoreo del docente, entre pares y automonitoreo:

Volvemos al foco de inicio reflexionando con los estudiantes sobre su lectura , enfocándose en las habilidades mencionadas al inicio de la sesión y desarrolladas en las actividades.

Para el monitoreo de cada estudiante se deberá completar una rúbrica, indicando los aspectos a evaluar y sus diferentes niveles de complejidad. (monitoreo del docente)

 Se compartirá con los estudiantes  una lista de control. Se los orientará para que puedan completarla teniendo en cuenta  las habilidades trabajadas. La finalidad de esta lista es que los estudiantes puedan llevar un registro para puedan ver  sus avances y  dificultades, apuntando a que puedan regular su propio proceso de aprendizaje.

Quinta actividad: completar con los estudiantes la lista de control (estrategia de automonitoreo). Esta lista deberá quedar en la carpeta del estudiante  a modo de registro individual y personal. 

Sugerencias de extensión:

Asignarle a un estudiante el texto para que practique su lectura en casa, a la siguiente clase él o ella pueden ser quienes lo lean para que el resto de la clase responda en eco.

 Dividir a los estudiantes en dos grupos y hacer que uno se haga eco de la lectura del otro.

 Mostrarle a los estudiantes cómo variar la expresión al leer poemas,  cambiando el volumen, la entonación y realizando pausas.










 

viernes, 13 de agosto de 2021

JUEGOS PARA TRABAJAR ESTRATEGIAS LÉXICAS

 ADIVINAR LA PALABRA- Para 2° y 3° ciclo

Este juego consiste en seleccionar un texto del que se tomarán las palabras que se quieran trabajar ya sea para reforzar o ampliar el vocabulario. Una vez seleccionadas las palabras, se anotarán en tarjetas y se tendrán tantos juegos de tarjetas como grupos se formen. Luego, se repartirá una rueda por grupo.

¿Cómo jugar?

Cada grupo obtendrá un juego e tarjetas que se colocará boca abajo en la mesa. Se pone a correr el cronómetros durante 3 minutos. El primer jugador toma una tarjeta sin que la vean los demás y hace girar la rueda. Este participante deberá realizar la acción que indica la rueda para que sus compañeros adivinen antes de que termine el tiempo. 

Quien adivine la palabra se anota un punto. En caso de que nadie la adivine, el punto es para quien tomó la tarjeta.

Materiales necesarios por grupos:

  • Juego de tarjetas con palabras con el texto elegido
  • Una rueda con algún sistema para que gire (o un spinner).
  • Un cronómetro.
  • Una hoja y lápiz.


BINGO DE PALABRAS- Para 1° ciclo

El docente seleccionará las palabras de un texto que desee trabajar y las anotará en tarjetas (entre 12 a 20 palabras). Las escribirá también en un afiche para que todos las vean.
Las tarjetas se colocarán en una bolsa.
Los chicos completarán las boletas del bingo con palabras del afiche.
El docente sacará de la bolsa, de a una a la vez, una tarjeta y la leerá en voz alta para que los alumnos la tachen en su bingo si la tienen escrita. Cuando tache todas las palabras, podrá gritar: ¡Bingo!



lunes, 2 de agosto de 2021

Estrategia para afianzar la fluidez lectora



 La fluidez lectora es la habilidad de leer con rapidez, precisión y con una expresión adecuada, es decir, con prosodia.

La velocidad lectora no es el único indicador de fluidez, podemos leer con mucha velocidad un texto y no comprenderlo. La dificultad del texto, el conocimiento de las palabras que lo componen y la experiencia del lector con el tipo de texto que le solicitamos leer inciden en la fluidez.

Los lectores que manejan la fluidez pueden comprender el texto.

La velocidad lectora involucra el reconocimiento automático de las palabras (reconocimiento sin esfuerzo). Si el lector se detiene mucho tiempo en cada palabra y dedica toda su atención a decodificarlas, va a tener dificultades para comprender el texto porque no puede destinar atención a los procesos simultáneamente. Para favorecer la comprensión, deberá automatizar el reconocimiento de palabras.

La prosodia hace referencia al ritmo (agrupación de sonidos en bloque); al acento (relieve de algunas sílabas sobre otras); a la entonación (la "música" del habla). Estos elementos contribuyen  que la lectura de un texto sea expresiva. Indican sorpresa, pregunta, énfasis, duda y muchos otros significados más allá de su significado de las palabras (Borzone y Signorini, 1991- Borzone y Signorini, 2000).

CANTIDAD DE PALABRAS ESPERADAS POR GRADO:

1° grado: de 35 a 59 palabras por minuto

2° grado: de 60 a 84 palabras por minuto

3° grado: de 85 a 99 palabras por minuto

4° grado: de 100 a 114 palabras por minuto

5° grado: de 115 a 124 palabras por minuto

6° grado. de 125 a 134 palabras por minuto

7° grado: de 135 a 144 palabras por minuto

A continuación presento una estrategia para trabajar la fluidez lectora:

ESTRATEGIA DE INTENSIFICACIÓN:

  • Elegir un texto corto.
  • Seleccionar de ese texto, desde tu autoridad pedagógica, las palabras que consideres largas, de uso poco frecuente para los estudiantes, difíciles de pronunciar (aquellas que sean posibles obstáculo a la hora de la primera lectura).
  • Anotar esas palabras en una hoja aparte.
  • Realiza una lectura modélica de esas palabras (señalar cada palabra a medida que se lee).
  • Leer a dúo (docente- niño) las palabras.
  • Repasar las palabras que resultaron difíciles de leer: docente y estudiante nuevamente a la vez.
  • Ahora es el turno de los chicos solos: leer las palabras. Aquí se le puede facilitar una regla o un trozo de papel blanco para ir marcando las palabras y tapando aquellas palabras que siguen con el fin de que se concentre sólo en la palabra que va a leer ni se pierda en la lectura.
  • Pasar al texto: marcar en la lectura las comas y los puntos con color o marcador de tal manera que los estudiantes se den cuenta que en cada marca corresponde una pausa (antes debemos explicar que se van a encontrar con esas marcas y decirles cómo deben actuar).


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