Comparto aquí un extracto del material proporcionado por DGE de Mendoza para el trabajo con la fluidez lectora dentro del marco de los talleres destinados a la mejora de las competencias lectoras en los estudiantes del Nivel Primario.
Puede ser útil pensar en la fluidez de la lectura como un puente entre los dos componentes principales de la lectura: decodificación de palabras y comprensión. En un extremo de este puente, la fluidez se conecta a la precisión y la automaticidad en la decodificación. En el otro extremo, la fluidez se conecta con la comprensión a través de la prosodia o la interpretación expresiva. El componente de prosodia de la fluidez de lectura enfatiza el uso apropiado del fraseo y la expresión (Dowhower, 1987, 1991; Schreiber, 1980, 1987, 1991; Schreiber & Read, 1980).
La teoría de la automaticidad en la lectura sugiere la decodificación competente de palabras, ocurre cuando los lectores se mueven más allá de la decodificación consciente y precisa a la decodificación automática y precisa (LaBerge & Samuels, 1974; Samuels, 2002; Stanovich, 1991). A nivel automático, los lectores son capaces de decodificar palabras con una atención mínima a esta actividad.
Este es el punto donde la fluidez se conecta directamente con la comprensión. El componente de prosodia de la fluidez de lectura enfatiza el uso apropiado del fraseo y la expresión (Dowhower, 1987, 1991; Schreiber, 1980, 1987, 1991; Schreiber & Read, 1980). Cuando los lectores añaden el volumen, el tono, el énfasis, el fraseo y otros elementos apropiados en la expresión oral, están dando evidencia de interpretar o construir activamente el significado del pasaje. Así como los músicos fluidos interpretan o construyen el significado a partir de una partitura musical a través del fraseo, el énfasis y las variaciones en el tono y el volumen, los lectores fluidos usan recursos cognitivos para construir el significado a través de la interpretación expresiva del texto.
Estrategia: LECTURA EN ECO
El docente lee de a una oración a la vez, mientras la clase “repite” la misma oración usando la misma expresión que el docente.
Foco: compartir con los estudiantes las
habilidades de fluidez lectora a trabajar, definiéndolas de
manera clara y precisa con la finalidad de orientar su atención hacia estas
durante el desarrollo de la sesión.
Ej: Hoy trabajaremos con la expresión y la entonación para leer mejor. Lo vamos a hacer a través de
la lectura en eco. La entonación es la música de las palabras. Podemos cambiar
el significado de lo que decimos usando una entonación diferente. Por
ejemplo, si yo les leo un mensaje
escrito que diga “¡Qué bonito lo que hiciste!” con esa
primera entonación les estaría demostrando que está muy bien y que han hecho
algo bueno. En cambio, si lo leo nuevamente y cambio la entonación, el
significado de ese mensaje cambia y podría transformarse en un reto o en una
manera de señalar que han hecho algo que no está bien
Modelado de la estrategia: Muchos de
nuestros estudiantes desconocen el trabajo estratégico que su mente debe
realizar a la hora de leer. Una buena manera de poner foco en estas estrategias
es mostrarles cómo ocurren, para esto, el docente puede modelarlas “en
vivo” frente a los estudiantes haciendo visible el pensamiento y su recorrido.
Ej. :Voy a
mostrarles como leemos algunas oraciones con la entonación correcta
y luego voy a cambiar la entonación para que podamos escuchar la diferencia.
PRÁCTICA:
Primera actividad: El docente leerá por primera vez el texto
con la entonación adecuada. Luego lo leerá nuevamente cambiando la entonación.
Segunda actividad: El docente propone trabajar una nueva
lectura, en este caso en eco.
Tercera actividad: Se animará
a los estudiantes a realizar la lectura de una oración, leyendo en voz alta y por turnos
asignados por el docente.
Cuarta actividad: Proponer a los
estudiantes participar de una versión adaptada de el juego de las variaciones. Se juega de la siguiente manera:
Se
prepara un mazo de cartas o tarjetas, en
las que se consignará una emoción/estado de ánimo. (una por cada
carta/tarjeta). Puede figurar allí la palabra escrita de la emoción /estado de
ánimo o un emoticón que la represente. Se pueden armar en hojas de colores para
que resulte más atractivo a los estudiantes.
Se
ofrecen a los estudiantes las cartas dadas vuelta, de manera que no puedan
ver la emoción/estado de ánimo, y se los
invita a elegir una. Luego, cada estudiante deberá leer un verso (se puede
variar la extensión de lo que se deberá leer según las características del
grupo) de la poesía trabajada utilizando la entonación de la emoción que indica
la carta que le tocó. Los demás
estudiantes deberán adivinar de qué emoción/estado de ánimo se trata.
Monitoreo del docente, entre pares
y automonitoreo:
Volvemos
al foco de inicio reflexionando con los estudiantes sobre su lectura ,
enfocándose en las habilidades mencionadas al inicio de la sesión y
desarrolladas en las actividades.
Para
el monitoreo de cada estudiante se deberá completar una rúbrica, indicando los
aspectos a evaluar y sus diferentes niveles de complejidad. (monitoreo del
docente)
Se compartirá con los estudiantes una lista de control. Se los orientará para
que puedan completarla teniendo en cuenta
las habilidades trabajadas. La finalidad de esta lista es que los
estudiantes puedan llevar un registro para puedan ver sus avances y
dificultades, apuntando a que puedan regular su propio proceso de
aprendizaje.
Quinta actividad: completar con los estudiantes la lista de control (estrategia de automonitoreo). Esta lista deberá quedar en la carpeta del estudiante a modo de registro individual y personal.
Asignarle a un estudiante el texto para que practique su lectura
en casa, a la siguiente clase él o ella pueden ser quienes lo lean para que el
resto de la clase responda en eco.
Dividir a los estudiantes en dos grupos y hacer que uno se haga eco de la lectura del otro.
Mostrarle a los estudiantes cómo variar la expresión al leer poemas, cambiando el volumen, la entonación y realizando pausas.